miércoles, mayo 23, 2007

El Cromosoma (profesión de fe)

Érase una vez, hace muchos, muchos años, cuando el joven aprendiz de pintor aún juraba que los cuadros de Sabina eran su catecismo, antes de que aplaudieran los del siente y lo saludaran las vecinas, Joaquín solía cantar, feliz de la vida, en un bar llamado La Mandrágora, junto con otros dos tipos de apellidos Krahe y Pérez.
Pasaron los años, muchos años, y Sabina comenzó a cortar orejas y a recibir saludos de vecinas, y un buen día, cuando me había dado por vencido en la tarea de encontrar la música que me gustara, me tope con la maravillosa música de Sabina, la banda sonora de lo que viví, si se me permite hacer la acotación de que donde dice "de lo que viví", debe decir "de lo que quisiera haber vivido", pero es que con un poco de imaginación, cualquiera, hasta yo, puede ser el pirata cojo, con pata de palo, parche en el ojo, y cara de malo. Y así, más tarde aún, me encontré, o me encontraron, con discos viejos de Joaquinito, entre ellos, el titulado La Mandrágora.
Y en ese disco me golpeó, con la brutalidad de las ideas que comparten dos mentes que nunca se han conocido, la más maravillosa de las canciones, poesía en vena, verdadera profesión de fe para un servidor, El Cromosoma.
El Cromosoma
(por J. Krahe)(J. Krahe / Jorge Krahe)

Hace tiempo que me importa un comino
que el último jalón de mi camino
caiga lejos de Roma
hace tiempo que no juego al acertijo
tan esdrújulo de un padre y un hijo
y una blanca paloma.
Y lo cierto es que no me desespero
desde el día en que al célebre madero
lo comió la carcoma
pero si me preguntan y lo digo
a parte de algún que otro íntimo amigo
todos creen que es broma.
Y como con eso no se bromea
esperan que Dios me de con la tea
que churruscó a Sodoma
o que al menos diga yo reconfortante
que me he hecho mahometano o protestante
hablamos otro idioma
Pues nada más que eso me faltaba
que tuviera que asirme a la chilaba
del profeta Mahoma
ni a tripa de Lutero, ni aún de Buda
prefiero caminar con una duda
que con un mal axioma.
Porque dudo que al final de este asunto
la cosa no se acabe con un punto
sino con un punto y coma
y no espero un cielo o un infierno
lo más confío en que seré algo eterno
gracias al cromosoma.
Tranquilo puedo vivirme mi historia
sabiendo que a las puertas de la gloria
mi nariz no se asoma
la muerte no me llena de tristeza
las flores que saldrán por mi
cabeza algo darán de aroma.


Si deseas saber más: http://www.rockmusic.org/JSabina/Mandragora.html

En el tal disco viene también la muy recomendable Un Santo Varón, La Marieta, Mi Ovejita Lucera, etc, etc, etc.

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