sábado, agosto 06, 2011

El último hombre en la Tierra

La clasifican como la historia de terror más corta:

"The last man on Earth sat alone in a room. There was a knock on the door."

o

"El último hombre en la Tierra se sienta solo en una habitación. Llaman a la puerta".

En realidad nunca he entendido del todo por qué se le considera una historia de terror. Es más bien una paradoja, o un mindfuck como dirían al otro lado de la raya. Si es el último hombre en la Tierra, algo terribla ha pasado ya, el que llamen a su puerta, me parece, palidece en comparación con el hecho de que el resto de la humanidad ha desaparecido. ¿Qué horror puede ser más grande, que aquel que causó la desaparición de la humanidad entera, dejando a este hombre solo? O mejor aún, ¿no es de esperarse que cualquiera sea la fuente de la llamada a su puerta, esté relacionada con la desaparición de la humanidad, y que en ese caso, ese hombre sepa qué es lo que viene a por él?

Pero el hecho es, que en mi opinión personal, la parte verdaderamente tenebrosa de esa historia, si es que hay alguna parte que se pueda considerar así, es la primera, donde dice: "El último hombre en la Tierra se sienta solo en una habitación". No estoy seguro por qué, pero esa imagen sola, sin lo que ocurre a continuación, me parece ya de por sí impactante. Imaginarme a ese último hombre en la Tierra, sentado solo en una habitación... hay algo profundamente erróneo con esa imagen, algo maligno, que para mi hace que la parte siguiente, donde llaman a su puerta, sea de menor impacto.

Tal vez sea que para mi, ese hombre es sospechoso. Ese hombre solo, el último de la Tierra, sentado en una habitación... ¿no es acaso facilísimo imaginar que ese hombre ha tenido algo que ver con el hecho de que sea el último? Tal vez sea, por otro lado, por que en mi imaginación, ese hombre nunca reacciona con miedo al hecho de que llamen a su puerta, en mi imaginación, el último hombre solamente mira a la puerta, sin mostrar emoción alguna. Simplemente se queda mirando la puerta, no hay miedo, no hay aceptación, no hay nada en sus ojos.

miércoles, marzo 23, 2011

Por fin me han atrapado…

Era solamente cuestión de tiempo que alguno de los jueguecillos de Facebook me atrapara. Yo creía que era más fuerte, me resistí a Farmville, lo cual no fue difícil por ser imposiblemente aburrido, me resistí a todos los clones de estilo fantasía de MafiaWars, y a MafiaWars, por que el sistema es de lo más soso. Me resistí incluso a la versión de Spore que existe en Facebook, a pesar de que pase algunos días interesado.

Y ahora, cuando disfrutaba de una página de Facebook sin juego alguno, vienen con Zombie Lane y me atrapan. Han comenzado ya a comerme el cerebro…

Y de pronto me preguntó, ¿pero qué estoy haciendo aquí arreglando cercas y plantando plantitas? Pero luego llega la Horda y no hay ya tiempo de pensar en nada, pues es hora de que hable el plomo…

apps.facebook.com - 2011-03-23 - 05h-46m-19s

miércoles, marzo 09, 2011

The Salvation War

No es mi costumbre leer material escrito por aficionados, nunca se me verá navegando FanFiction.net o lugares por el estilo en busca de relatos basados en mis historias favoritas. Soy demasiado obsesivo con el Canon para ello.

En el pasado he llegado a participar –una vez, una única vez-, en relatos compartidos, de esos que son escritos entre varias personas –ni siquiera sé cuál es el término apropiado-, pero eso fue en los tiempos anteriores a los foros, cuando esas cosas se hacían por medio de listas de correo, e incluso fue antes de que Yahoo Groups devorara la mayoría de las listas de correo en las que estaba suscrito. Aquel relato nunca fue terminado, y debo confesar que participé con tal vez demasiado entusiasmo, vomitando capítulos enteros tal vez, o tal vez no, para desagrado de los demás participantes.

Desde entonces noté los aspectos de este tipo de esfuerzos literarios que se convertirían en mis fobias; la necesidad de incluir en ellos personajes basados en las personas participantes, y la inescapable tentación de incluir personajes basados en amigos de la vida real. Eso, en mi opinión, suele descarrilar las historias –y yo mismo lo hice, con el personaje basado en mi mismo que era de rigor para el estilo del relato, y con otro personaje basado en… bueno en la causante de mis desvelos de aquellos lejanos tiempos-. En un relato puramente ficticio esto puede no ser tan notorio, y sin embargo está allí, los personajes hablando de manera similar a como lo hacen sus contrapartes reales, y es más notorio cuando quien los escribe no es la persona que los creó, pues en esos casos el escritor se siente obligado a no descarrilar al personaje. Manías y detalles de personalidad son trasplantados a los personajes y ello no deja de ser chocante, al menos para mi, no consigo sentirme cómodo leyendo personajes de la vida real insertados en relatos ficticios. Claro que hasta hace más bien poco tiempo era incapaz de tomar en serio ciencia ficción escrita originalmente en español.

Y así como no frecuento los sitios de fan fiction, tampoco frecuento los foros. Sin embargo, recientemente un comentario hecho en un imageboard me llevó a TVTropes, y de allí a Star Destroyer Net, donde esperaba la historia –aún no estoy seguro, ¿es fanfic, es original fic?- de The Salvation War: Armageddon y luego su continuación The Salvation War: Pantheocide. ¿Y cómo no iba a llamarme la atención una historia de proporciones épicas, cuyo tema central es la guerra declarada entre los humanos y el Infierno y el Cielo? ¿Y con un título como Pantheocide? Forget about it. Como dicen al otro lado del Bravo I was all over that shit.

No creo que esa historia pueda ser clasificada como otra cosa que una novela épica publicada a entregas en un foro de internet. La calidad de la redacción me hizo preguntarme si acaso no habré estado equivocado todo este tiempo acerca del fan fiction; pero dado que lo usual consiste en que inmediatamente después de descubrir una joya entre lo que antes consideraba basura, es que a continuación encuentre solamente basura en mi búsqueda de más joyas, me he decidido a no buscar más y contentarme de momento con The Salvation War.

Claro que tiene sus detalles que la distinguen de algo profesionalmente publicado. Es evidente que el interés de su autor, Stuar Slade, es la milicia, en todos sus aspectos, y que su obsesión son las herramientas de la guerra, las largas y detalladas descripciones dejan eso bien claro. Pero dada la calidad de la historia, dado el tema, eso es un pecado menor. En una publicación profesional sin duda el buen señor Slade tendría que recortar muchas de esas descripciones, pero en realidad no estorban para que disfrutemos de la historia aquellos de nosotros que somos incapaces de distinguir entre un tanque de guerra y un tanque de gas. Otros detalles, más típicos de este tipo de ficciones, y a los que me refería al principio, no están ausentes, la inclusión de personajes basados en personas reales que participan en el foro, siendo nombrados en base a sus nicks, está allí, pero tras un corto periodo de adaptación, puede uno casi olvidarse de ese hecho y concentrarse en la historia sin pensar en quienes serán esas personas en la vida real. En este tipo de historia, que trata con personajes públicos sacados de la vida real –Bush y su gabinete, Putin, Randi, Dawkins, etcétera-, la inclusión de los participantes del foro es un poco más notoria que si todos los personajes fuesen ficticios. Pero de nuevo, la historia misma, su calidad, dejan de lado las quejas que pueda haber basadas en esos detalles, al menos para mi, que suelo encontrar esas cosas chocantes y que me hacen dejar de leer algo. Tal vez el único personaje que se llega a volver demasiado chocante en su naturaleza de trasplantado de la vida real, de Mary Sue me atrevo a decir, es una medium de nombre kitten –aclarado en la historia que va sin mayúscula-. En cualquier otro relato ese personaje, eternamente amado por todos los que la conocen –con una excepción que recibe su justo castigo por tal pecado-, me habría hecho dejar de leer de inmediato. No en este caso, por que la historia es demasiado buena para abandonarla por esos pequeños inconvenientes.

La historia, a grandes rasgos, está basada en la premisa: ¿Qué pasaría si un día dios decide comunicar a la humanidad que las puertas del Cielo están cerradas, y que todos los seres humanos están ahora a disposición de Satán, que todos quienes mueran irán, sin distinción, al Infierno, y que todos los seres humanos deben de inmediato yacer y morir? La respuesta de Stuart Slade es fascinante. Los seres humanos dicen: “Al carajo con eso”, y eventualmente terminan declarando la guerra al Infierno, que está tratando activamente de venir a conquistar el mundo –sin esperar oposición de los patéticos humano-, y poco después al Cielo, que ha traicionado a la humanidad y está tan interesado en la extinción de la humanidad como el Infierno.

¿Cuál es el giro de la historia? No es un spoiler dado que ocurre en las primeras páginas –o mejor dicho posts-, el infierno y el cielo, con todo y sus poderes y magia, se encuentran aún en la edad de bronce, sin haber tenido nunca necesidad de avanzar más allá. La humanidad, por otro lado, se ha convertido en una espeluznante máquina de matar. Así que las ventajas no están del lado de quien se esperaría en un principio.

Lo que me ha fascinado de esta historia es lo distinta que es de las que comparte premisas similares. No tenemos humanos indefensos esperando que alguna fuerza superior, algún arma milagrosa y escondida durante milenios, les rescate. Tenemos demonios y ángeles que se saben superiores a la humanidad, y que están a punto de recibir una muy desagradable sorpresa.

Para algunas personas la historia puede resultar chocante por su enfoque en lo militar, y es en realidad una historia de ciencia ficción militarista.  Pero si se puede dejar eso de lado, en verdad que vale la pena pues entre batalla y batalla hay ideas expresadas que son aire fresco para el género, aún cuando para nada nuevas en la psique de la humanidad.

Y es una historia larga, si fuese un libro, cada volumen, serían de esos que llegan a los miles de páginas y que las editoriales en español gustan de separar en cuatro o cinco libros menores.

En realidad apenas estoy cerca de terminar el primer volumen, Armaggedon, tras más de una semana de leer como un poseso. Pero estoy más que listo para empezar con Pantheocide –no puedo creer lo genial que es ese título-, y comenzar a esperar la prometida tercer parte, The Lords of War.

En conclusión, The Salvation War me ha hecho dudar de uno de mis más queridos prejuicios, que la ficción larga que no está escrita y publicada de manera profesional es mala. Y cualquier historia que me haga dudar de mis prejuicios más queridos es extremadamente bienvenida.

No voy a empezar a leer fanfic, como ya he dicho, pero ya no estoy tan cerrado a la posibilidad de cambiar esta actitud.