sábado, julio 05, 2008

La historia de un robot llamado Wall-E... y una planta llamada "Indiana"...

Creo que esta película puede resumirse en una pregunta: ¿Quién, por todos los demonios robots, puede resistirse a un iPod adaptado a un viejo VCR, y con la pantalla vista a través de una enorme lupa, Brasil style?.. Yo no.

Yes, I am shamelessly adorable... deal with it.

No es común que me gusten tanto las películas de Disney, de hecho no empecé a soportarlas sino más o menos hasta Aladin, y eso la ví mucho después de su estreno. Los Increíbles ha sido la otra gran excepción, apenas, y eso en su versión original en inglés -Victor Trujillo es genial como siempre, pero por muy buena que esté Consuelo Duval, no la soporto de actriz de doblaje-.
Pero Wall-E me robó el corazón, atravesó las capaz de hielo que las glaciaciones han dejado, y me lo robó con total premeditación -el robotito está diseñado expresamente para robarte el corazón-, alevosía -¡es ciencia ficción, por todos los dioses, ciencia ficción, ¿que defensa podía tener yo contra eso?!-, y ventaja -esos paisajes... esos paisajes... esos diseños... y por el Papa Espacial, ¡ni siquiera antropomorfizaron a la cucaracha, tendrían que haber antropomorfizado esa maldita cucaracha para que pudiera tener algo que criticarle a la condenada película!-.
Los que sean de mi generación sin duda recordarán al robot de Corto Circuito, que sin duda es el padre biológico... bueno no... esto... o sea... el diseño original... sí, eso... de Wall-E. Y desde allí pierde uno defensas. Luego está todo el comienzo paisajístico, donde sin la más mínima vergüenza los creadores de la película nos muestran sus habilidades cgíticas, cual desvergonzada teibolera de esas que sí están bien buenas, saben que están bien buenas, y se aprovechan de que están bien buenas. El comienzo postapocalíptico me intrigó, sobre todo en una película de Disney, como no había leído ninguna reseña, pues lo pude disfrutar de verdad, ¿que había pasado con los humanos, como Disney se atrevía a hacer una película que siquiera sugiriera algún desastre de proporciones holocáusticas? Claro que luego resultó que no era tanto así, no iban a salir zombies comecerebros, pero bueno, después de todo es Disney.
La vida postapocalítica pero pacífica y costumbrista de Wall-E me hizo pensar "¿Donde diantres estaba este guionista cuando hicieron Soy Leyenda?". Y claro, ese "¡aaaadminículo ipodístico viiisionadooor de película ¡¡veceeerrereeescaaaa!!... del doctor Chunga y Yu-Li", fue la cereza en el pastel... para mí al menos. En ese punto me vendieron la película y ni siquiera el hecho de que Wall-E estuviera viendo un viejo y cursi musical de Disney me lo arruinó... bueno, no mucho. Y la alusión a Brasil, con la enorme lupa magnificando la pantalla fue simplemente delicioso.
Sí me lo podría haber pasado son el tipo este que interpreta al CEO de BnL, no me gusta ese actor, cuyo nombre ni sé ni me interesa, y fue un tanto intrusivo el ponerlo a él y otros pocos extras humanos dentro del entorno completamente CGI de la película. No sé cual fue la idea, si al final iban a hacer la transición a humanos por CGI.
Eve me acabo de enterar estuvo inspirada precisamente en un iPod, como sacada de los diseños de Apple, y tengo que decir, thumbs up, claro que Wall-E está mucho mejor hecho desde el punto de vista de realismo computarizado, pero el eye candy es eye candy.
Bueno, tanto me gustó la película que ni siquiera noté que era una colección de clichés y una historia que Disney se ha pasado contando toda su vida. Estas son las buenas películas, donde te olvidas de que esa historia ya te la sabes del derecho y del revés, y ni siquiera se aparece el deja vu.
Y claro, el final, donde cuentan la historia de "lo que vino después" en la forma de una progresión histórica de los estilos de pintura, otro punto a favor de esta cinta. Sin duda, una futura adición a la videoteca de Baalcebub, ya me relamo los bigotes esperando escuchar los comentarios del director en el DVD.

I wonder if there's life out there... I wonder if they are incredibly fat, extremely decalsified, and yet abble to survive on Earth's gravity...
... I wonder if I should name my plant "Indiana"...


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