
Es una obra de arte esa pequeña tira cómica, la progresión en las expresiones faciales de "Tycho Brahe", comenzando con la amabilidad que uno puede darle de entrada al heredero tanto biológico como literario de Frank Herbert, siguiendo con el enfadado desconcierto al comenzar a darse cuenta de lo que está pasando con tan querida obra... para terminar con la furia ciega que uno siente al darse cuenta de lo que ha hecho Brian con el pobre, pobre de su propio padre.
Dan ganas de invocar un verdadero Jihad Herbertiano, y pedir la cabeza de Brian y de Kevin J. Anderson. ¿Por qué convertir a Dune en la continuación de Terminator y Matrix..? Pero ya he hablando antes, y mucho, acerca de esto, de la decepción, de la tristeza, del abyecto horror y el odio... ahora... tan sólo... quiero descansar... Frank, Frank Herbert... recíbeme a tu lado...
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