lunes, junio 28, 2010

Mr. Nobody

El mejor signo de que encuentro una película excelente, es que me da por ponerle pausa constantemente para pensar unos momentos acerca de lo que acaba de pasar.
Y con Mr. Nobody, la película era pausada cada quince minutos, no por que la trama me pasara por encima de la cabeza, sino por que constantemente estaba queriendo pensar acerca de las implicaciones de lo que ocurría en la TV.
Absolutamente fabulosa película, con todo lo que amo de las de Kauffman, sin lo poco que no me gusta de ellas.
Todas las posibles vidas, o al menos las más interesantes de un hombre, relatadas con saltos inmisericordes, mientras uno trata de desentrañar cuál de todas es la verdadera, o de decidir si el anciano que está relatando todo está simplemente inventando cosas o su memoria está hecha garras por la vejez, o si lo único cierto de todo lo que dice es que la película entera está siendo imaginada por un niño enfrentado a la decisión más difícil de su corta vida.
He leído la sinopsis de Wikipedia y se me torció una tripa al leer que la película se desarrolla en un futuro donde "Marte puede ser visitada como un destino turístico" (parafraseando)... ¡NO! Lo único de lo que se puede estar medianamente seguro acerca de ese futuro es que los humanos ya no son mortales, al menos son cuasi inmortales, lo de Marte es lo más ficticio de toda la película, aún cuando se enlace con la posibilidad de que haya sido el mismo Nemo el que desarrollara las ciencias que han vuelto al humano inmortal.
La película es difícil de seguir si uno quiere hacerlo como si se tratara de una película normal, pero una vez se deshace uno de las expectativas de tener una historia usual, se vuelve estupenda. Hace no demasiados años una película así no hubiera sido posible, no por la técnica, sino por que no creo que nadie se hubiera querido arriesgar a hacerla... y de nuevo, es posible que lo hayan hecho, en un pasado alternativo.
En realidad no hay mucho qué decir acerca de la trama, la película entera es un gran símbolo hecho de símbolos, y hay que olvidarse de sacar un conclusión absoluta.
Claro que para mi es casi imposible no sacar una conclusión, así que la mía es que estamos ante uno de esos deliciosos casos de múltiples pasados un presente, de todos los caminos llevan a Roma, de que las vías que se bifurcan puede luego volver a unirse en un mismo futuro. Y que el Nemo anciano es el resultado de todos los Nemos del pasado, una vez que el Nemo niño elige no morir en ninguno de sus futuros alternos. Aunque igualmente, elijo sacar la conclusión de que todo en la película, hasta el final, es producto de la imaginación del Nemo niño. Una película como este puede tener tantas interpretaciones como se quiera, y un mismo espectador puede tener varias, conflictivas, y darles a todas el mismo peso. Pues la otra conclusión que elijo sacar es que el Nemo anciano es el Nemo que se encontró viviendo en una realidad en la que nunca había existido.
Probablemente lo único que me desagradó de la película es la implicación, velada como está y sin ser de hecho afirmada fuera de toda duda, de que la inversión de la flecha del tiempo puede ser disfrutada. Lo mismo que me hizo decepcionarme del personaje de Hannibal Lecter hace años, cuando leyera el libro que sigue al Silencio de los Corderos, donde Lecter espera el día en que la entropía comenzará a disminuir, por que el universo ha comenzado a dar marcha atrás, y entonces pueda corregir lo que ocurrió con su hermana. Ese tipo de interpretaciones cuasi místicas de las física teórica me hacen retorcer una tripa, por lo absolutamente sin sentido y por el esfuerzo humano de ver metafísica por todos lados.
En Mr. Nobody esa noción no está, como dije, absolutamente afirmada, aparte de la secuencia de Nemo anciano riendo en reversa mientras el universo ha comenzado su camino al Big Crunch, elijo interpretarlo como que antes, en la dirección opuesta, ya se estaba riendo por que sabía que la inversión estaba por llegar, y prefiero no interpretar las cosas como que la risa es un nuevo elemento introducido en un sistema donde no puede ser introducido nada nuevo pues la dirección contraria del tiempo tiene que obligar a los sucesos que tuvieron lugar en una dirección, a invertirse exactamente por los mismos caminos que ocurrieron. En otras palabras, si estás viviendo en un universo donde la flecha del tiempo se ha invertido, es imposible para ti darte cuenta de ello con tus sentidos o tu conciencia, pues todos los eventos que te componen tuvieron lugar en la dirección original que va a la entropía, no se puede disfrutar mientras tu cerebro se va vaciando de experiencia, la luz va siendo expulsada de tus ojos y tu conciencia va reabsorbiendo pensamientos. Ahora mismo podríamos estar viviendo en un universo que se contrae y no darnos cuenta... eso, claro, si la contracción de hecho provocara la inversión de la flecha del tiempo, lo cual hasta donde sé no es algo que se dé por hecho que ocurrirá si acaso el universo comienza a contraerse.
Pero, aparte de lo anterior, dentro de la película es un excelente recurso metafórico para comentar sobre la nostalgia y la necesidad humana de revivir nuestro pasado, los tiempos mejores que no podemos recuperar más que por la memoria, ese anhelo de regresar a casa.
Una de la mejores películas que he visto en los últimos años.

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