jueves, junio 24, 2010

¿He mencionado recientemente que aborrezco los PDF?

Según entiendo, la idea detrás de los PDF es tener documentos que se vean como se verían impresos, eso puede ser genial para e-books, tienes un documentos con un agradable formato (a veces), y tienes la ilusión de que estás viendo algo impreso. Si estás haciendo el documento, puedes esmerarte en hacerlo lucir bien con la confianza de que quien lo lea no lo va a  ver alterado por que su lector reorganice el documento, como suele pasar con los .doc, además de que puedes darle protecciones para que quienes lo lean no lo puedan alterar… ¡Y eso es lo que absolutamente aborrezco!

Vamos a ver, si estamos hablando de e-books, siendo sinceros, la mayoría se trata de libros pirateados, con los poquísimos libros sin copyright que existen por allí, pero en su mayoría en el mundo de habla inglesa, que es también donde consigues los libros electrónicos legales. He tratado de comprar e-books para mi Sony Reader, y es simplemente imposible por que según Sony, solamente EU y Canadá existen.

Luego, quienes ponen a disposición de otras personas libros electrónicos piratas, no tendrían por que ellos mismos limitar de nuevo el libro con un formato como PDF. ¡En especial no hacer PDFs con letras minúsculas en páginas enormes! Me parece lógico además por que requiere más trabajo diseñar el PDF… bueno, tal vez no mucho mpas esfuerzo, a fin de cuentas muchos editores de texto modernos pueden tomar el diseño que se ha hecho del documento y crear un PDF… pero sí es un paso más, aunque sea pequeño. Y lo que resulta cuando se consiguen los libros en PDF ¡es que es jodidamente imposible modificarlos para adecuarlos a los gustos del lector! Y en especial es imposible adaptarlos para tener una mejor resolución en un lector de libros electrónicos.

Lo cierto es que no sé que tan avanzados estén en este caso los lectores de e-books  más modernos, igual y los últimos Sony Readers, y los Nooks y los Kindles pueden hacer un mej0r trabajo de redimensionar un PDF, pero conociendo el formato, dudo que sea algo demasiado satisfactorio y rompimiento de líneas donde no deben ir. Y es que una de las cosas que más aborrezco para leer es un texto que no esté justificado, no entiendo por qué existe la opción de texto no justificado ahora que dichos textos son creados por computadora. Entiendo que en el pasado era necesario sacrificar el justificado por que no era posible calcular perfectamente donde iba a caer la última letra dentro del marco de un documento, pero eso no es problema hoy en día… ¡pero sigue existiendo!

Puede ser que sea solo yo quien tenga ese problema, igual y existen personas que hasta les gusta leer textos no justificados, puede ser mi obsesión con la simetría o algo por el estilo. Puede ser también que el problema lo tenga por que me quedé en un Sony Reader 505 , y estos simplemente no pueden ajustar un PDF sin mandar al demonio los quiebres de línea, a menos, claro, que el PDF esté hecho específicamente para el tamaño del lector, como los gloriosos libros de Feed Books.

Pero el caso es que los libros que se consigue uno de internet, que se descarga ilegalmente, ahora resulta que a todo mundo le está dando por ponerlos sólo en PDF, y en PDFs diseñados para un tamaño de página A4, o como se llame lo que yo conozco como tamaño “carta”. Puede ser por que aún no son tan populares por estos lares los lectores de libros electrónicos, pero, de verdad ¿le costaría mucho a la gente no proporcionar los libros en PDF? Digo, yo prefiero aún los txt, los html, si no se quiere comprometer con formatos más limitados, y aún allí está el buen y viejo rtf, formatos que uno puede tranquilamente coger y alterar de manera que la lectura sea más cómoda.

Es lo que yo hago, o he hecho, las pocas ocasiones en que he puesto a disposición de camaradas bibliófilos un libro, ponerlo en html y rtf, nada más sencillo, y son archivos hasta más ligeros que un PDF.

Y todo esto por que me han dado ganas, como me ocurre periódicamente desde hace algunos años, de releer Cien Años de Soledad, libro que tengo en versión de celulosa, pero que se me antojó conseguir en versión electrónica, y fue de pasarme tres horas buscando un archivos que no fuera el consabido PDF, y ello lo que me hizo rabiar.

Lo bueno de todo fue que por fin probé de nuevo Book Designer en este Windows 7, y tras varios intentos conseguí hacer que funcionara. Aún no es capaz de aceptar las imágenes, supongo que tiene que ver con las autorizaciones y cosas de esas. Pero fue al final grandioso escuchar de nuevo ese sonido bizarro de disparo a bocajarro que usa Book Designer para avizar que está listo el libro, y aún mejor el tener de nuevo el formato de los lrf del BD en el Reader, para variarle a los libros hechos con Calibre que estaba leyendo hasta ahora. Y es que será muy buena herramienta Calibre, pero su formato para Reader simplemente no acaba de gustarme.

Pero sí, el caso es que aborrezco los limitantes, monolíticos, insufribles PDF, y no puedo esperar a que a la gente se le pase la obsesión por ese formato. Digo, lo entiendo si se trata de libros que está distribuyendo con licencia GNU el autor, y lo que quiere es que la gente no se ponga a alterar el libro y repartirlo de nuevo cambiado. Pero si se trata de libros que están dando la vuelta por la comunidad de nosotros los bibliófilos empobrecidos y/o alejados de librearías que vendan otra cosa que libros de autoayuda y magia blanca, pues no tiene caso usar formatos limitantes.

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