viernes, junio 08, 2007

Importando tendencias

Antes lo veía uno en Irak. Un vehículo tripulado por civiles se acerca a un retén militar, más temerosos de las fuerzas bélicas que de otra cosa, quienes van a bordo del vehículo no se detienen en cuento les marcan el alto. Resultado, los militares abren fuego pensando que se trata de muhaydines, de la resistencia pro Saddam o de miembros de Al-Qaeda, los civiles mueren y el mundo se indigna, luego en el subconsciente, un feo pensamiento alza su deforme cabeza, "bien, es una zona de guerra, es matar o morir".
Luego en México, tan deseosos como siempre de importar las tendencias de moda, lo más inn, comenzamos nuestra versión de la "guerra contra el terror", esta siendo la "guerra contra el narco". Y luego en Sinaloa pasa exactamente lo mismo. Un retén militar, una familia a bordo de un automóvil que no se detiene cuando se lo exigen (y cuando conoce uno al ejército y sus retenes aquí en México, sabe uno que sus razones pudo tener el conductor que no se detuvo, tal vez no estaba de humor de que abusaran de su esposa e hijas). Los militares abren fuego -al parecer de frente, lo que quiere decir que dispararon antes de que el automóvil llegara al retén- y masacran a cinco civiles, dejando a tres heridos.
La nota va de las de acá:

La Procuraduría General de Justicia Militar (PGJM) consignó a 19 elementos del 24 regimiento de caballería motorizado (tres oficiales y 16 elementos de tropa) por su presunta responsabilidad penal en los hechos ocurridos el primero de junio en el retén ubicado cerca del poblado La Joya, municipio de Sinaloa de Leyva, Sinaloa, donde perdieron la vida cinco civiles y tres resultaron heridos.

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) informó en un comunicado que la procuraduría castrense integró la averiguación previa "en estrecha coordinación con autoridades civiles", en la que se acredita "la existencia de elementos que hacen probable la responsabilidad de dicho personal en la comisión del delito de violencia contra las personas".

Por su parte, el titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) de Sinaloa, Oscar Loza Ochoa, señaló que según las primeras indagatorias se trató de un homicidio, ya que "los balazos fueron hechos de frente (...) Resulta que les dispararon antes de llegar".

(...)

De acuerdo con una versión de testigos, los militares marcaron el alto al conductor de una camioneta Dodge en un retén ubicado en la comunidad Los Alamillos, en Sinaloa, quien al parecer no obedeció la orden. Esto habría generado el violento ataque de los soldados, según la Procuraduría General de Justicia de Sinaloa.

La dependencia local indicó después que los militares abatieron a cuatro pasajeros del vehículo, quienes fueron identificados como Alicia Esparza Parra, de 19 años, quien al parecer era maestra del Consejo Nacional para el Fomento Educativo; Griselda Galaviz Barraza, madre de los niños Grisel Adalia y Janiel Esparza Galaviz, quienes también murieron en el lugar. Además, una persona más permanece sin ser identificada.

En los hechos resultaron heridos de gravedad José Duval Carrizo Esparza, Teresa de Jesús Flores Sánchez (de 16 años) y Adán Esparza Parra, esposo de Griselda Galaviz, quienes fueron internados en el Hospital General de Culiacán.

Y de nuevo, a riesgo de sonar como disco rallado, esto es lo que ocurre cuando personas entrenadas para no pensar, son encargadas de una actividad, como el combate al narco, que requiere de la mayor inteligencia.
Poco más se puede añadir, excepto, ¿también en este caso el clero católico pedirá que no hagamos olas? Bueno, después de todo no hay de qué preocuparse, si quienes murieron estaban en paz con Roma y habían recibido todos sus sacramentos, son de esas pérdidas tristes pero necesarias en una guerra.
Mientras tanto, poco a poco nuestras calles se vestirán de verde camuflaje, y acuérdese de hacer alto siempre, SIEMPRE que se lo ordenen, por que un ligero error puede costarle la vida, así son las cosas en la guerra, qué le vamos a hacer.

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