Conversando, in absentia, con el maestro...

Tantas verdades dice Sabina, tantas tonterías dice un servidor...

"Era el pez, con mejores caderas del mar de la moda"

No, pero ella no se deja achuchar por cualquiera, mucho menos por mí.

Sus palabras no dicen de memoria lo que dicen todas.
Y es su cuerpo el que me inspira historias para no dormir.

"Yo era el último mono, un innoble mirón solitario"
"En las bodas algún paso doble, de sueltos ni hablar"

El perfume a jabón de su piel y el sudor solitario

"No acostumbran buscarse un motel cuando" cuando acaba el jornal
"Por que siempre hubo clases y yo, soy el hombre invisible"
"Que una noche soñó un imposible, parecido al amor"
"Por que el mundo es injusto chaval, pero si me provocan"

Yo... yo no sé jugarme la boca, yo apenas si sé besar

Compartimos dolores y dramas, las risas sin caso
Todavía quedan bromas no dichas, secretos que hablar
Fui su amigo, su hombro innecesario, el que escucha las quejas
Quien confiesa dolores a medias, ella es la otra mitad
Su inepta tentación, su desliz que no pasará

"Pero un día retiraron las mesas, y hasta otro verano"
"Las mejores promesas son esas, que no hay que cumplir"
"Y viajeros al tren que nos vamos" le "dijo un milano"
Gordo, "pórtate bien, au revoir, buena suerte en París"
"Por que siempre hubo clases y yo, no doy bien de" querido
"Otra vez a perder un partido, sin tocar el balón"
"Por que el mundo es injusto chaval, pero si me provocan"

Yo... yo no sé jugarme la boca, yo apenas si sé besar

"Que te voy... que te voy a contar"

Con todo el respeto del mundo para el Maestro, que digo Maestro, el Boddisatva, Joaquín Sabina.