martes, octubre 19, 2010

Brings a tear to my eye…

Es curioso lo poco que se necesita para hacer feliz en ocasiones.

Durante años he soñado con un tipo de interfaz en el navegador, que no he estado seguro en todo este tiempo en qué consistía. Todos los navegadores me parecían hasta cierto punto planos, les faltaba profundidad. Creo que esto es consecuencia de ser una creatura de los ochentas, cuando creciste en es época, cuando aún se valía con soñar en un futuro ciberpunk, hay cosas que no te dejan, y creo que nunca he perdonado a la red por no ser un ambiente tridimensional.

Claro, hubo y hay opciones, pero un bloque en mitad de la pantalla, con una página web pegada en cada cara no era exactamente lo que estaba buscando, no era lo que quería para que me diera la sensación de “profundidad”, entre comillas por que no estoy seguro de que sea exactamente lo que quería.

El entorno de Windows 7 fue un buen paso para mi, todas esas transparencias me tenían como un niño ante la ventana de la juguetería… embobado por la ventana en sí, más que por lo que fuese que contuviera.

Pero faltaba algo más.

Faltaba esto:

Screenshot

I can see trough you…

Lo de arriba es, sin lugar a dudas, y con solo algunos detalles faltantes, lo que quería en mi navegador. Lo que quiero en toda mi máquina en realidad, así me cueste constantes migrañas y quedarme ciego. Un navegador totalmente transparente.

Y pensar que fue tan fácil conseguirlo. Todo lo que necesitaba era ponerle a Firefox el plug-in Stylish. Y al Stylish instalarle el estilo apropiado… bueno, dos fueron necesarios para conseguir ese look (uno para las transparencias, y otro para volver todos los fondos negros y los textos claros en las páginas web) Y eso fue todo.

Trae una lágrima a mis ojos, y no solamente por que sea tan jodidamente difícil leer el texto en las páginas web (un fondo de pantalla oscuro ayuda), sino por que es con lo que había soñado, esa sensación de profundidad que me hace por fin olvidar que la red no es el el Metaverse de Snowcrash.

Y como digo, es tan simple, tan sencillo, tan carente de impacto. Como dije, en ocasiones son las cosas más sencillas las que necesito para volver a mi primera infancia y reírme cual bebé desproporcionado ante quien alguien sacude unas llaves.

Claro que no es perfecto, los estilos usados no dan un resultado ideal, pero es lo más cerca que he estado.

Y claro que es una ridiculez, por que vuelve las cosas innecesariamente difíciles de leer. Pero es hermoso de cualquier manera.

Ahora a dejarme los ojos en el navegador de cristal… sniff, sniff…

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