lunes, julio 12, 2010

Unseen Academicals

*** No acostumbro decir esto, considerando que nadie lee este blog, pero HERE BE SPOILERS***

En un principio no tenía miedo, quería creer que las cosas seguirían igual por los siglos de los siglos hasta que los Gigantes de Hielo regresaran a poner fin de una vez por todas a su rivalidad con los dioses de Dunmanifestin.

Pero las cosas tienen que cambiar, en especial cuando el Creador ha perdido la habilidad de teclear por sí mismo.

Son sentimientos encontrados los que me está dejando Unseen Academicals, quiero con tantas ganas que me guste, sobre todo por un par de razones específicas. Y sin embargo no puedo evitar encontrar que no me gusta tanto como quisiera.

Sigue siendo Discworld, sigue siendo mi mundo favorito, pero de alguna manera la narración ha cambiado de manera drástica aún desde Going Postal (Making Money tengo que revisitarlo para comprobar), y Wintersmith.

Para empezar, no puedo quitarme la sensación de que el libro tiene un cierto aire de Fan Fiction, no quiero pensar que haya sido en su mayor parte ghost written, y que las diferencias se deben únicamente al Creador. Pero el aire de fanfic no desaparece conforme avanzo en la lectura.

Desde cierta perspectiva, ese aire de fanfic podría considerarse que se deba a que en realidad la atmósfera de Unseen Academicals es una de despedida, de visitar de nuevo los lugares y personajes queridos, dejarlos hablar y decir adiós sin decir adiós de manera evidente. Esto es aún peor que la idea de que la habilidad de Pratchett haya disminuido demasiado al grado de volver su propio trabajo un fanfic. Así que no sé qué pueda ser mejor, o cuál el menor de los males.

En gran parte la incomodidad de la narración viene de los personajes extraños, ajenos, que no encajan del todo. Y no se debe simplemente a que sean personajes nuevos, Moist von Lipwig nunca se sintió como un intruso, encajó aún cuando su personalidad era nueva a la serie. William de Worde tampoco se sintió como una intrusión aún cuando solamente apareciera en un libro. Por no mencionar siquiera a Brutha y a Ptepic, a quienes es imposible considerar intrusos.

Y en cambio, Glenda, Juliet, Trevor Likely y Nutt, a pesar de que todos ellos tienen pasados y personalidades que son nativas al Mundo Disco, personalidades que, por ejemplo en el caso de Glenda, incluso siguen el patrón de otras personalidades antes vistas (esa chica es una bruja nata si alguna vez he visto una fuera de Lancre), hay algo en ellos, en la manera en que se mueven que da la impresión de que están sobrepuestos en el mundo. Y en especial la manera en que otros reaccionan a ellos es… es casi como si estuvieran poniendo un show para su conveniencia o bien observando el despliegue de las asombrosas cualidades de esos cuatro. Creo que ese es el mayor problema, la manera en que los personaje establecidos se deforman alrededor de los cuatro protagonistas, como Vetinari nunca lo hizo ante Moist o Vimes ante William (y éste último caso es interesante por que desde el punto de vista de William de Worde, Vimes era prácticamente el villano de la historia, y pudimos ver un lado de Vimes que raramente observamos). De allí viene el aroma a fanfic, de los demás personajes actuando directa o indirectamente para el exclusivo beneficio de los protagonistas, que es lo que se espera de un fanfic, pero no de una novela de Mundo Disco, donde siempre tiene uno la sensación de que los demás personajes están de hecho viviendo sus vidas aparte de lo que esté pasando en la historia, y con los protagonistas de la misma.

Y el comportamiento mismo de los cuatro fantásticos es errático de una manera que obliga al lector a buscar desesperadamente una explicación. Yo he conseguido algunas en la forma de: son jóvenes tratando de definir quiénes son, pero eso no afectó la manera en que se desarrollaba el mucho más conflictivo personaje de Tiffany Aching. Se están comportando como lo hacen por que esto es una sátira en especial de las obras de Shakespeare, con los personajes metiéndose en largos diálogos y monólogos, dejando la acción de lado, mientras lo hacen; y a diferencia de Wyrd Sisters, que era igualmente una sátira de Shakespeare, en este caso la sátira se retiró pronto de las ideas y se transfirió al estilo. Pero esto no me deja del todo satisfecho.

Claro que tiene sus puntos sublimes, sigue siendo Pratchett, y la relación romántica entre Nutt y Glenda me parece un logro de proporciones épicas, esa manera tan natural de tratar la relación que uno nunca se encuentra por escrito y que tiene que vivir en la vida real para conocerla, todo ello acotado por Glenda con las referencias a sus novelas románticas baratas donde las cosas “nunca pasan así”, como pasan en la realidad.

Glenda precisamente es uno de los personajes que más me causa conflictos, su dualidad de personaje “perfecto” para los que la observan, e “imperfecto” para ella misma y en aras de su crecimiento personal, aún cuando una combinación ideal y de esperarse en la obras de Pratchett, en este caso parece como si no hubiera conseguido unificarla, o conseguir el balance ideal al que nos tiene acostumbrados con esos dos aspectos. Y el resultado es un personaje que a cada momento se contradice y presenta un comportamiento demasiado caótico, aún cuando consigue ser el pilar de la historia. Y es una lástima que no se haya logrado lo que podía haber sido, por que como dije, con su naturaleza brujil innata, el personaje de Glenda podría haber sido uno de los más memorables, para empezar, habríamos tenido oportunidad de ver de primera mano a una verdadera bruja innata que nunca tuvo formación como tal, como fuera la abuela Aching de la que solo escuchamos hablar pero nunca “conocimos en persona”. Y creo que esa era una de las ideas con Glenda precisamente, tocar el tema de las brujas innatas que no son elegidas expresamente por la brujería, sino que van por la vida haciendo pequeños milagros, haciendo el mundo un lugar mejor sin saber en realidad la importancia que tienen.

Pero la cosa que me hace desear con muchas más ganas que me guste el libro, es que por fin después de treinta y tantos libros, por fin Pratchett nos regala al personaje que había estado esperando desde que salieron los elfos en las novelas de las brujas, el orco. Tenía tantas ganas de ver al orco de Pratchett que cuando me enteré que eso era precisamente Nutt no cabía en mi de felicidad. En gran parte no ha decepcionado, verdaderamente lleva la rúbrica de Pratchett, verdaderamente es la inversión genial que nos dio con sus trolles y con sus elfos, aún cuando en este caso no sea una inversión total, eso la hace de hecho más interesante, y termina de rizar el rizo de que en la obra de Pratchett, no existe mal absoluto, ni bien absoluto, solamente perspectivas diferentes.

Las alusiones a eventos pasados es algo que va a provocar un discgasmo en cualquier fanático de la serie. No hay prácticamente ningún evento pasado de importancia que no sea tocado, mencionado, descrito como algo que está moldeando el mundo (tal vez con la excepción de los artefactos de los enanos, aunque de hecho no he terminado el libro, así que puede ser que la mención esté más adelante). Pero todas esas alusiones también dan la idea de que este libro tiene un algo de despedida. O bien ayudan a la atmósfera de fanfic de la historia, con el afán de tocar todo aquello que a los fans nos ha encantado en el pasado. Y ahora que lo recuerdo, hasta donde he leído, he extrañado a Dibbler, y ni siquiera me había dado cuenta de ello, probablemente esté detrás del pasquín que mencionan en cierta parte de la novela, o tal vez aparezca más adelante, aunque con la fama de pos pays de Glenda, me asombra que una comparación no haya sido hecha ya con los horrendos pays de Dibbler.

En cualquier caso, es bueno leer un nuevo libro del Mundo Disco, es bueno ver de nuevo a los Magos, y es muy bueno saber que Rincewind está bien y disfrutando de una vida tranquila, con las ocasionales excepciones causadas por la cacería de Megapodo.

Es interesante ver lo que está logrando en Uberwald lady Margolotta, inspirada muy probablemente por Vetinari. Y por primera vez me siento conforme con la idea de que no haya más historias centradas en el Profesor de Geografía Cruel e Inusual, a.k.a. Rincewind.

Y espero que mis temores se limiten a este libro, por ser el primero en salir después del susto y las malas noticias. Estoy esperando con ansias la nueva novela de Moist, y ya se ha anunciado una nueva de La Guardia.

Y a final de cuentas, hay que considerar que el Mudodisco ha cambiado mucho desde sus orígenes, y la mayor parte de ello para bien de sus habitantes, y que las historias por lo tanto han de cambiar.

Todavía me falta terminar Unseen Academicals (no me falta demasiado), para dar un veredicto final. De momento solo puedo decir, Gracias, señor Pratchett, por finalmente haber incluido a los orcos, y de una manera que es todo lo que yo esperaba y más.

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